Agoniza el turismo en Chilecito

imagen: agonia sandro israel lopez cortes La sustentabilidad del desarrollo, debe darse en lo cultural –asegurando la persistencia de los valores-, en lo social –reduciendo la pobreza y aumentando las oportunidades-, en lo ambiental –asegurando el acceso a un medio sano-, en lo económico –permitiendo un crecimiento adecuado de las personas y las regiones- y en lo político –fortaleciendo la democracia y la gobernabilidad-.
Mgs.. Silvia M. Martínez / Mgs.. José M.Zingoni

Hace años en Chilecito asumimos el desafío de hacer del turismo nuestra profesión habitual. Si hoy comparáramos los actores de entonces y los de ahora, notaríamos que somos unos pocos de entonces y gente nueva que teníamos grandes expectativas en lo que creímos y propiciamos desde entonces. Merced a nuestra convicción/inversión se logró el posicionamiento de La Rioja en el contexto turístico nacional e internacional, hecho que fue respaldado en su momento desde el gobierno, que nos mostró un auspicioso futuro para el desarrollo local.
El punto en cuestión es que, mientras muchos departamentos despertaron y se mantienen en un crecimiento sostenido, Chilecito padece un síndrome de apatía y desidia propia de los vencidos. Basta recorrer brevemente el entorno del que nos hemos sentido tan orgullosos por años, para comprobar lo que hace mucho venimos advirtiendo y hoy es lamentable evidencia:
Plazoleta Santa Rita: sucia, vecina a un baldío, con la casa histórica del Gral Ocampo cayéndose y otra parte que ya han volteado; sin señalización alguna.
Capillas MHN: San Nicolás, Malligasta y Los Sarmiento cerradas por refacción, esto es lógicamente positivo. Lo que preocupa es la falta de cuidado de altares, la destrucción de las losetas del piso, los escombros tapando un mortero indígena, etc. Además, las otras capillas MHN permanecen cerradas.
Estación 1 Cable Carril: Es indispensable reubicar a las familias que viven hacinadas en el predio de la estación. La imprevisión ya nos costó dos vidas irrecuperables y, a los contribuyentes de Chilecito, la respectiva indemnización. ¿Estarán esperando que se caiga alguno de los niños que pululan en este sitio para darse cuenta del inminente peligro de otra tragedia?
Estación 2: Cerrada por falta de cuidador (¿$?) durante toda la temporada turística.
Jardín Botánico: Mientras estuvo funcionando, curiosos errores de información turística decían que estaba cerrado. ¿Boicot? ¿Desquites maliciosos de algunos privados en la parte pública? ¿Falta de promoción y de ingreso de turistas? El resultado está a la vista.
Posta turística Plaza Principal: Muchas veces cerrada, desprovista de material de información, carencia de material de limpieza (por su imagen) y banners desteñidos que colaboran con su dejadez.
Posta turística Privada de Plaza Principal: para que solo algunos privados “amigos y silenciosos” hagan su negocio utilizando un espacio público.
Posta turística Ceredes: Vidriera de exposición y promoción de conocido agente de viajes/funcionario local. La venta de viajes se realiza a precios menores que los de plaza (x costos subsidiados), en oficina que funciona en uno de los hoteles que pertenecen a su “chofer” del funcionario (no hay vehículo oficial de la repartición). La secretaria del mismo es familiar cercana (¿titular de la agencia?) y que también cuenta con empleados amigos, fieles al destino del crecimiento (propio). Interés privado. Función pública.
Folletería e Información: Folletería institucional casi inexistente. Folletos de privados “no amigos” son cajoneados. Planos locales con omisiones (“involuntarias”) de la calle donde funciona otra agencia. Desde la central de turismo, se digitaría turistas fervientemente hacia alguna agencia u hoteles en desmedro de otros establecimientos, que ni se mencionan. También, se da el caso de turistas que son derivados a Famatina o a Villa Unión, con tal de evitar que consulten a agencias locales.
Gigantografías: Fueron desmanteladas y repartidas sin reposición alguna.
Cristo y Mirador del Portezuelo: Otro atractivo en remodelación cerrado durante temporada.
Navidad en los Cerros: Una tradición chileciteña, que atrae turistas de todo el país, este año no se hace.
Plazas Hoteleras: Una de las señales más dramáticas. El último año vimos reducidas las plazas hoteleras, contrariamente a lo que sucede en otros lugares, como Villa Unión que va triplicando su capacidad de alojamiento en el mismo periodo.
Podría continuar enumerando factores de esta lapidaria situación, pero, lo ya expuesto prueba que los funcionarios se han convertido en agentes del subdesarrollo.

No existe un plan estratégico participativo de desarrollo turístico sustentable y sostenible.
El intendente Fonzalida debe comprender que el gobierno municipal debería ser el motor para desarrollar una política profunda de turismo jerarquizando la actividad a través de la creación de una secretaría, con presupuesto propio y transparente; en lugar de un ente que deambula sin rumbo.
Es menester que los esfuerzos apunten al crecimiento integral, con actos genuinos de promoción turística, involucrándose con la comunidad turística, inculcando la capacitación en la ética y en la excelencia. Esto no se logra mediante la financiación solapada del Estado a pocos privados, tampoco mediante campañas de imagen de funcionarios, sino con soluciones integrales y de fondo, incluyendo también a los demás estamentos municipales (Concejo Deliberante, Obras y Servicios Públicos, Cultura, etc) y exigiendo la honestidad y legalidad de los actos públicos.
El turismo en serio no se desarrolla con dádivas impertinentes y subsidios sobornantes al son de demagógicos eventos coyunturales.
Por el contrario, necesitamos bajar a la realidad tangible y vigente con funcionarios probos y acciones serias.
Esto se logra planificando, proyectándonos permanentemente al futuro, promocionándonos de manera adecuada, resguardando nuestras costumbres ancestrales y contemporáneas, afianzando nuestra idiosincrasia. Finalmente, incluyendo a todos los actores del sector sin limitar el beneficio a los amigos o parientes del gobierno.
Desde el sector privado tenemos pocas opciones: o nos quedarnos a contemplar este proceso de degradación hasta desaparecer o cambiar de rubro (los que puedan), o reclamamos contundentes acciones como núcleo generador de actividad, con derechos adquiridos, actualmente excluidos de las decisiones.
El tiempo se nos va y lo que Chilecito pierde hoy, otros destinos lo saben aprovechar.

Leopoldo J. Badoul
Agente de Viajes
www.polybadoul.blogspot.com