Sr. Director Diario CHilecito


Vaya con ésta mi repudio al acto vandálico dirigido materialmente al Director de Diario Chilecito, pero subliminalmente a todos los lectores del periódico. Nos sentimos agraviados cuando la impunidad se mezcla con la cobardía de ampararse en el anonimato, para crear en la sociedad la sensación de temor, y así evitar el ejercicio del derecho originario de pensar.
Sabemos que no es la primera vez que esto sucede y bajo ningún aspecto creo que seamos víctimas de estos señores.


No, las víctimas son ellos. Son víctimas de la incredulidad que les genera saber que mucha gente, sin bolsones, sin dinero, sin poder; generamos convicción. Sin estructuras magnánimas y solamente amparados en el apoyo que ofrece la verdad, sumamos adeptos. Sin codicias maliciosas y sin traiciones, seguimos adelante.


La oculta autoría de esta agresión nos confirma que quienes la hicieron se sienten perdidos, sin rumbo, sin juicio. Carecen de capacidad de convencer, de debatir. Son impotentes. No saben cumplir sus objetivos lícitamente y por ello dan rienda suelta a los demonios de la intolerancia. No nos han defraudado, sabíamos que así obrarían.


No somos cobardes, siempre fuimos de frente y públicamente. Tampoco somos ingenuos, no vamos a contestar una agresión con otra.


Solamente, debemos pedirles encarecidamente a quienes estén invadidos por ese impulso primitivo de provocación, que busquen ayuda, porque pueden estar sufriendo alguna patología común de quienes abusan del poder. Requerirles también, que sepan aceptar las críticas, por duras que parezcan, porque cuando hay argumentos, la verdad siempre triunfa.


Finalmente, advertirles compasivamente, que “ese” no es el camino.Fíjense, hace años mataron a Jesús por pensar distinto. ¡Dos mil años después, no han logrado acallarlo!