Minería, pavorismo de estado.

La desmesura de la ostentación de poder es directamente proporcional a la convicción que ha adquirido la sociedad en contra de la megaminería.
Los últimos acontecimientos de San Juan no pueden ser soslayados. Las provincias que padecemos los intentos forzosos de intromisión minera, conocemos los métodos y los argumentos de memoria. Hasta los gruesos errores en que caen los gobernantes, que dejan al desnudo los desmesurados intereses y crean un sistema corrupto de meta-estado, donde del lado oficial, en lugar de velar por los derechos de los pueblos, la van de ejecutivos jerárquicos de las mineras.
De esto no escapan intendentes, gobernadores, presidentes. Con un sistema semejante a la propaganda nazi, bajan la información unificando mensajes y procurando forzar la aceptación de una licencia social que no poseen.
Es así que nuestro gobernador dice que los ambientalistas “perderan” su lucha. Como si esto fuera un encuentro de fútbol o un truco. Y no se puede aducir desinformación por su parte, a tal punto que hay archivos donde él mismo se manifiesta fervorosamente en desacuerdo con la minería.
Cegado por vaya a saber que tipo de presiones (quizá pecuniarias) cae reiteradamente en gruesos errores políticos que ni a un funcionario principiante le ocurrirían. Así, él solo se atacó con una de los mayores embustes ambientales de La Rioja: la curtiembre de Nonogasta.
También usa con frecuencia el discurso descalificador al aducir intereses políticos por parte de las asambleas, cuando él ganó la elección usando de caballito de batalla el ambientalismo que hoy resiste.
Evidentemente carga injuriosamente tratando de ignorante a su pueblo, sin darse cuenta que el nivel de información que tienen los ciudadanos sirve para desnudar mezquinas ambiciones. Por lo menos, sabemos que la provincia tiene un 49% de montañas y no un 70 u 80 como él aduce. No avierten que "minería sustentable", “desarrollo sustentable”, "sustentabilidad minera" hoy son sinónimos que suenan peyorativos cuando van asociados a la contaminante actividad que ahora pregonan.
Evidentemente sacado de sus cabales, olvida que el legajo de su gobierno está cargado de varias embestidas físicas y morales a ciudadanos que por pensar distinto, han sido sometidos al yugo coercitivo de la intolerancia del estado.
Esta breve síntesis de la reciente historia autoritaria provincial, culmina con una certeza más que elocuente de los retorcidos submundos de la política vernácula. Cual fiera acorralada, olvidando todo tipo de escrúpulos, atacan, atacan y atacan.
Deben haber sentido un gran alivio que el clima no favoreciera el desfile del aniversario de la ciudad, porque ahí, seguramente, iban a arremeter contra la manifestación pacífica del pueblo, como viene siendo ya una lamentable costumbre.
Pretenden minimizar cuán seria es la situación social, al tiempo que la plantean como una partida de cartas.
Hay que instarlos a recapacitar profundamente y pensar de verdad en los ciudadanos, dejando de lado los intereses particulares de funcionarios poco probos, que más de una vez, han encendido la mecha provocando voladuras irreconciliables.
El miedo al democrático ejercicio del poder ciudadano, les hace sentir que nada será suficiente para frenar el castigo electoral. La ciudadanía no piensa en "ganar o perder", piensa en "vivir mejor".
No miento ni exagero. Por algo adelantaron las elecciones.







Poly Badoul