Dos x Uno llegó a Pircas Negras

Para ahorrarnos trámites, permitimos una aduana chilena dentro de nuestro suelo cordillerano.

En el refugio de Barrancas Blancas funcionan las aduanas argentina y chilena. Un hecho que nos obliga a preguntar si sería posible la reciprocidad, o sea, una aduana argentina en suelo chileno.

La Laguna Brava, en el Oeste de La Rioja, representa uno de los biomas más delicados. Se declaró por Ley Provincial Nº 3944/80 Reserva Provincial.
Ubicada entre las regiones fitogeográficas Puneña y Altoandina, habitan de manera salvaje guanacos, vicuñas, zorros. Muchas aves, entre ellas los delicados Flamencos Rosados (poenicoparrus Chilensis) que detienen su migración para anidar en la zona del Golfito. (Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres)
Desde Jagüé, después de dejar la Precordillera, se ingresa de lleno a la Cordillera Frontal, para adentrarse de lleno en uno de los paisajes más espectaculares conocidos, donde los colores son los protagonistas, tanto por su variedad como por su intensidad.
Este marco natural es atravesado por la RN76 cuyo destino final es el límite con Chile. Se bordea la Laguna Brava y desde allí, a unos 80 km se abandona la República Argentina.
Unos 25 km. Antes de llegar a ese punto está Barrancas Blancas, un campamento muy bien equipado por una de las empresas viales que trabajó en esta ruta internacional. Es también en esta locación donde se ha instalado Migraciones y la Aduana Argentina, con el objeto de realizar los trámites e inspecciones pertinentes a quienes atraviesan la frontera en uno u otro sentido. En el mismo sitio, funciona la Aduana Chilena “para facilitar los trámites de los viajeros” según dichos del ex gobernador.
Desde hace muchos años se trata de reiniciar la vinculación de los pueblos vecinos, atentos a que desde 1800 el tránsito entre las poblaciones más occidentales de La Rioja y Copiapó, ha marcado hitos en la economía de la región.
Después de la campaña libertadora, donde San Martín encargó a los Comandantes Francisco Zelada y Nicolás Dávila, tomar los puertos estratégicos para que los realistas no recibieran refuerzos desde el alto Perú, vía Océano Pacífico. El ejército riojano logró sus objetivos por los pasos que utilizaban justamente los arreos de ganado en pie para abastecer la demanda de los mineros chilenos vieiendo en una zona minera desértica. Este contacto marcó esa relación fraterna desde lo comercial, familiar y social.
Durante el último medio siglo, las relaciones argentino-chilenas han sufrido un distanciamiento a raíz de los conocidos conflictos limítrofes, que si bien fueron superados, el resquemor entrambos no pudo ser subsanado.
Los puertos chilenos son una vía de conexión que a nuestro país sería muy conveniente a la hora de acortar distancias con mercados potenciales como el asiático. Geopolíticamente el vecino país hace valer su situación territorial preponderante en lo que a comunicación marítima se refiere.
Justificándose en esa necesidad y en una reciprocidad social aprovechada en pasos sureños por habitantes chilenos (salud y educación gratuita de Argentina), se han abierto muchos pasos. Pero recién en los últimos años se ha visto cierta buena voluntad por parte de las autoridades nacionales del vecino país, que mantienen celosas reticencias a una creciente circulación que no sea por Mendoza o por Puerto Williams. Los demás son mirados de reojo.
El paso de Pircas Negras, está ubicado en la Cordillera Riojana. La composición geológica de nuestra cordillera, se caracteriza por una gran depresión de cuencas endorreicas, con abastecimiento de agua. No es coincidencia que la Laguna Brava haya sido declarada por UNESCO Sitio Ramsar, “Sistema de lagunas altoandinas de aguas salinas e hipersalinas de escasa profundidad con bofedales (vegas) asociadas, situadas por encima de la cota de los 3000 msnm. Monitoreado por la Secretaría de medioambiente de LR” https://rsis.ramsar.org/es/ris/1238?language=es  http://www2.medioambiente.gov.ar/recursos_acuaticos/ramsar/laguna_brava.htm
A ello debemos sumarle que el nuestro Paso hacia Copiapó guarda como potencial, contar con la línea de nieves más altas del mundo, por lo que estratégicamente sería el que más tiempo permanecería abierto a lo largo del año.
Pero he acá que apareció un nuevo jugador en la mesa de negociación: la minería. El vecino país goza de una identidad minera, como se menciona anteriormente. Las megamineras interesadas en la cordillera, encuentran más viables proyectos binacionales donde puedan hacer más eficiente aún el uso de recursos como el agua, que el desierto chileno ya no les provee, menos en las magnitudes necesarias. O como en San Juan, depositar la basura y los diques de cola con una legislación mucho más indulgente. Por supuesto, además de la copiosa explotación intensiva de estos cerros vírgenes.
Entonces, como ya sucede en San Juan, se pretende general un metaestado, en vista que nuestro país se vende como una gran oportunidad para invertir en función a los tratados binacionales con Chile http://www.emprendedorxxi.coop/pdf/mineria.pdf
Dentro de este contexto, cuenta con dos pasos vecinos  casi equidistantes: San Francisco a 165 km. en Catamarca y Agua Negra a 239 km. en San Juan. Hay cinco pasos fronterizos en 1000 km. lineales, desde Salta hasta Mendoza, uno por provincia.
Podemos ver entonces que las mentadas justificaciones de turismo, producción y puertos para nuestros productos se ajustan solamente a parte de la infraestructura prominera, para acondicionar los parámetros de inversión estatal que exigen las megaempresas.
La demostración final de esta sutil pero incisiva penetración, que una vez más genera dudas por la falta de transparencia, viene representada por otro hecho escondido en palabras bonitas: “aduana compartida” para que se “haga un solo trámite”. No sería nada malo y estarían en lo cierto si no fuera por el hecho que estamos cediendo parte de nuestra soberanía al vecino país, al permitir que la Aduana Chilena esté 25 km. dentro de nuestro territorio. Con solo preguntar a un chileno la recíproca, contesta que es impensable, nunca ellos aceptarían soberano avasallamiento. Un hecho nunca aclarado ni expuesto en su magnitud por oficialismo y oposición. Y por supuesto, por todos los organismos que debieran proteger nuestros intereses ambientales, económicos, sociales y sobre todo, nuestra soberanía.
Por supuesto, en su inauguración el ex gobernador fue mucho más optimista, con una frase premonitoria1: “es el único (Paso) donde están los dos países con sus funcionarios y empleados hermanados, trabajando juntos y facilitándole a la gente la realización de trámites”.

Nota1: http://riojavirtual.com.ar/noticias/locales/se_reabrio_el_paso_internacional_a_chile_por_pircas_negra

Nuevos partidos o viejas mañas

Hace muchos años que vengo bregando por la constitución de partidos políticos. Mi consideración se basa en que los mismos representan el asiento natural donde se discuten las acciones y lineamientos político partidarios, que serán plasmados en campañas proselitistas y en políticas públicas, si del partido resultan funcionarios electos.
En consecuencia a este lineamiento es que se simpatiza con un partido en particular. Cuando las convergencias son importantes, las personas pasamos a participar activamente del partido que se trate. Siempre conociendo la  dinámica que no es diferente en ningún grupo humano: la aceptación entre muchos pensamientos, a veces,  muy diferentes. La democracia es eso, aceptar lo que deciden las mayorías.
Hasta acá, todo bien. Sencillamente la función partidaria parte de ciudadanos que nos identificamos con ellos, otorgando a los respectivos representantes del partido la potestad de ir generando y desarrollando los planeamientos estratégicos mencionados. Esto los constituye en servidores de la comunidad ajustados a las directrices ideológicas convenidas previamente en el espacio que representan del partido al que se sucriben.
Generalmente los partidos nuevos, se nutren de gente con cierta experiencia política y por supuesto, con pasado de pertenencia a otro partido de los más relevantes o polarizantes. Esto no es nada nuevo. Como tampoco debe ser sorpresa que la aceptación de una nueva fuerza por parte del electorado, es porque supone que ésta no arrastra las falencias de los viejos partidos. Sienten esperanza que las nuevas fuerzas no tengan vicios redhibitorios.
En una provincia altamente politizada como la nuestra, hay que tener siempre fresca la memoria y hacer las comparaciones pertinentes. La certeza que hay un patrón eleccionario que siempre jugó a favor del oficialismo, no es novedad. Pero para completar la historia hay que decir que la oposición encontró en su segundo lugar, un espacio de comodidad, su zona de confort. Al punto de competir solo para asegurarse ese segundo lugar. Para ello, el esfuerzo opositor estuvo más centrado en expulsar, ocultar y desarticular cualquier indicio de de nueva fuerza que se prenda en la disputa, que ofrecer una opción clara de gobierno.  
En nuestra provincia se ha generado un espacio de poder no convencional, concreto en sus logros a partir de un fuerte apoyo popular y exitoso a partir que ha logrado trascenderse a si mismo como dogma de democracia directa. Decir “El Famatina no se toca” sintetiza toda otra aclaración.
Esta construcción horizontal, llamada de muchos modos y resistida por gobiernos, ha impedido las consecuencias nefastas de la explotación megaminera, mediante fuerte argumentación y resistencia. A pesar de los distintos embates, se ha mantenido firme porque en esta lucha lo primero que se ha instalado fue la mística de la identificación colectiva.  El punto débil de esta manifestación fue su dificultad para convertirse en una premisa de construcción político-partidaria. En contraposición, representó un semillero de liderazgos, algunos más genuinos, otros intuitivos y también de los tradicionales. Los más revolucionarios aún hoy no logran la maduración necesaria para nutrir a la democracia orgánica de herramientas para la supervivencia del ideal ambientalista. Pasar de la resistencia a la política formal con la estructura indispensable para plasmar los postulados, garantías de gobierno.
Lo antes mencionado, no significa que no hayan existido intentos palpables y concretos de politizar. Las últimas elecciones fue el final proselitista de la imagen del entonces gobernador prominero, Beder Herrera. El problema es que con exitos y fracasos ajustadísimos por parte de la oposición, no se capitalizó coomo triunfos que eran, visto desde la asimetría de recursos con que enfrentaron la contienda electoral.

Identidad demagógica versus identidad de servicio

Resulta dificil interpretar el sometimiento de los ciudadanos a los políticos, como si éstos manejaran una suerte de hipnosis, donde articulan todos los resortes para justificar actitudes deleznables.

Estábamos cansados de un mono-mensaje que generaba divisiones. Hoy la excusa es escuchar al otro sólo para influirlo de una manera más sofisticada. Sean personas pensantes o no y de la clase social que fueren, la mala política se ha profesionalizado en esos menesteres.
Bajo la promesa de una membresía, alimentar el ego y hacernos sentir importantes, todo se diluye cuando emerge la pelea por los espacios de poder, que ardides mediante y por supuesto, monopolizados por quienes ostentan la mayor capacidad de manipulación, para la satisfacción de sus propios intereses.
Los demás, crédulos defensores del color hipnótico de la pertenencia, “acompañamos, olvidamos, hasta justificamos”.
Así, se reducen al mínimo las chances de cambiar. Se vive en permanente proselitismo y hasta el más voluntarioso sucumbe en la burocracia partidaria de mitines, reuniones, zancadillas y peleas. De manera concomitante, las pocas acciones que se realizan van motivadas por generar la noticia, por mostrar la foto, por incursionar en la red social, por mostrar, mostrarse cándido, candidateable.
Mientras, en el fondo, gracias a esa habilidad que menciono anterioromente, la maquinaria que debiera ser el soporte natural de la democracia, fusiona a los de siempre, catapulta a algunos advenedizos hacia lugares de comodidad y mantiene el mito ideológico. Sin mística, sin compromiso, sin la coherencia del dicho sobre el hecho. Quedando siempre un manto de duda sobre decisiones de mesas chicas, nunca transparentando el velo de duda sobre vínculos de medianoche entre lo que dice ser nuevo y lo más procaz de la política.
Lo vemos a diario, donde la función de los gobernantes enfrentados parece ser una pantomima de confrontación, porque a la hora de las decisiones, aparecen juntos. O el análisis de muchas elecciones muestra un patrón de resultados que es común y conveniente para “ellos”. Casualidades, desconfianzas, paranoia, experiencia, repeticiones, agua bajo el puente.
La mala política se nutre de eufemismos. Tanto la década ganada cuanto escucharse o cambiar, son meros slogans efectistas para consolidar la sugestión del electorado. La preocupación por detectar las carencias de los electores, tiene como misión transformar la información en roles, crear símbolos y propiciar una carga emotiva que subyugue a los acólitos, no para concretar soluciones.
En la estimulación constante, se destacan las aptitudes individuales como elemento condicionante para la existencia del grupo en cuestión.  Así se crea sentido de pertenencia a una falsa identidad social, al menos, una identidad creada para tal fin.   
En esta dinámica, se pueden quedar, cambiar o contradecir los postulados de campaña: el objetivo es lograr permanecer.  Siempre encontrarán la connotación adecuada para justificar esas actitudes. Y el círculo se cierra, porque los pávidos votantes, vuelven a creer.
Cuanto mayor es la disociación entre el mensaje del político y la realidad ejecutiva, mayor es el poder que éste adquiere si logra penetrar en el inconsciente de la ciudadanía. Así se fanatizan las posturas hasta llegar a la famosa grieta de la que hoy hablamos, que sigue latente pero con un método más sofisticado: el de la esperanza que da pertenencia a los que antes estuvieron proscriptos. Como la inclusión de otrora.
El cambio real debería acontecer desde una construcción de nuevos procedimientos políticos, rescatando los verdaderos valores de transparencia, indispensables para mantener la confianza. Crear así una identificación de los simpatizantes a esos valores y no a la sublimación de los mismos. También es menester respetar y adecuar las acciones  a la identidad colectiva de las distintas comunidades. De este modo ir determinando prioridades reales para la solución de problemas. Pero para ello, hay que despojarse de las connotaciones demagógicas y el estado de proselitismo latente que impide realizar acciones genuinas.
El cambio debe llegar por escuchar genuinamente las “bases” para detectar, diagnosticar y analizar problema-solución. El servicio político debe ser medido por su eficacia, por su grado de realización, por la llegada concreta a la base de la pirámide, los electores.
El político debe ser el servidor, asumiéndose como tal y respondiendo a las necesidades de sus electores y no de los contubernios electoralistas. La eficiencia se debe ver en el servicio y no en las prerrogativas que logra el elegido. La vocación no debe estar dentro del terreno de la utopía, sino ser objeto de mejora, perfeccionamiento y profesionalismo; mirando los casos exitosos de países que han logrado ese cambio de paradigma cultural. Un cambio en la identidad social del político, derivará en el cambio del sistema corrupto que hoy prevalece.
A partir de ello, la ciencia política cumple su naturaleza de solucionar problemas y mejorar el estándar de vida de los ciudadanos. 

Viaje a Perú: MACHU PICCHU

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Ciudad de Lima

Contento de esta salida grupal a Lima, Cuzco, Valle Sagrado y Machu Picchu. Desde Córdoba servicio de Lan, llegamos a horario y el transfer perfecto. Alberto fue nuestro guía y nos encontramos con una maratón gigante en Lima. La ciudad es exageradamente grande, tenemos muchas expectativas, sabemos de un entorno cultural antiquísimo: nada menos que las grandes civilizaciones americanas y la conquista en su mayor crudeza, entremezcladas con muchísimos atractivos naturales. 
Esperábamos buena comida, pero el desayuno que tomamos en un complejo de restaurantes en la cima de acantilados, superó amplia mente las expectativas. 
Seguimos y esto recién comienza, con un grupo muy afable. Como broche un día precioso en Lima.
Ciudad con presencia.
Los sentidos estallan en Lima. Con un clima húmedo, es una ciudad con presencia. Sus habitantes amables, respetuosos, sencillos y señoriales; mantienen el refinamiento de épocas virreinales. “Los sentidos estallan”, vuelve la frase a la cabeza. Una ciudad gigante, cosmopolita, atestada en horas pico, honra a sus turistas al punto de ser la que mayor cantidad de turismo recibe en Sudamérica. Y no puede decepcionar. Esto de los sentidos, ver el Pacífico, aspirar el aroma del mar que se mezcla con los cítricos de la comida. U oler un guiso condimentado que sale de no sé qué casa, al tiempo que el color y la monumentalidad de sus edificios varias veces centenarios, nos sumergen en una América oscura y brillante.
Ciudad señorial
Y ahí, justo ahí, cuando crees haberlo visto todo, el carrillón profundo, tremendo, displicente de la merecidamente famosa Catedral de Lima. Entre tañido y tañido, un violinista callejero que transporta a los visitantes en un sopor inexplicable. La plaza nos cobija, donde cientos de turistas remedan el andar pausado de la mixtura racial peruana, donde el "caballero" o "señora" van cadenciados con las “eses” prolongadas. Hasta el agente es cuidadoso al pedirnos que no pasemos por ese lugar donde la retreta del cambio de guardia, acompaña a una ceremonia sonora y colorida que pone climax a la experiencia de esa Plaza de Armas que gira alrededor de "nuestro" San Martín", héroe indiscutido de la historia de ambos países.
Gastronomía superior
Fruto de esa mixtura, entre valses peruanos y remedos de antiguos fuertes, accedemos a su tradición culinaria, influenciada en principio por la comida nativa para ser luego una fusión desde el mundo entero.  
Nuestra estada en Lima encuentra variadisimas alternativas para el disfrute de pasajeros de todas las edades.


Hacia Machu Pichu: Valle Sagrado

Inenarrable espectáculo es la vista aérea del Valle Sagrado. El viaje entre Lima y Cuzco es de una hora que no tarda, no dura, solo transcurre, porque los colores y texturas que se aprecian de la zona montañosa peruana, presentan una acuarela increíble.
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Cuzco es un monumento en sí, “Capital histórica” del Perú, “Capital arqueológica” de América. Nos espera recorrer los laberintos de la evolución amerindia, la controvertida conquista, el acervo cultural que no prescribe y el honor de una raza. Curicancha, ciudad dorada; Sacsayhuaman, acechadero del puma; ombligo del mundo, centro de los cuatro vientos del Tahuantisuyo; cuna de universidades, cuna del arte Indoamericano, Cosco, Cusco, Qusqo… Magia y seducción para todo visitante. No hay imaginación capaz de generar una expectativa coherente con lo que representa este diamante del Perú.
Maras, Moray
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No deja de impresionarme este sitio, al punto de parecer exagerado. El misterio es la energía donde confluye una tecnología increíble de cultivos, la tradicional usanza de recolección de sal y el monumentalismo de la mixtura india y española.
Todo es arte y paisaje. Todo está consustanciado con la mística de su legendaria existencia. Las economías regionales sorprenden: minifundios donde conviven métodos ancestrales y modernos. La tecnología de cultivos en terrazas, círculos y cuanto aprovechamiento natural pudieren hacer para obtener eficiencia en la producción. Quedaron como legado estos monumentos, verdaderos museos expuestos al aire. Retumban vocablos contemporáneos como sustentabilidad y eficiencia, solo que allí fueron puestos en práctica años ha.
La idiosincrasia de los poblados no dista mucho del resto de Perú. Contrasta la altivez con que llevan su legado, el orgullo de pertenecer a esas razas que a nosotros aún hoy nos quieren esconder. 
Catedral de Cuzco
Como si la presencia natural del Valle no fuera suficiente, un capítulo aparte es la arquitectura cuzqueña, la ciudad ancestral que muestra un orden diferente, alejado de las escuadras y los trazos habituales. Las bocacalles no necesariamente son continuaciones, las veredas no son amplias, los negocios no tienen "blindex", hasta los semáforos están integrados a una estética colonial incaica. 
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Pero el conjunto edilicio más impresionante y conmovedor es la Catedral: Segunda más grande de toda América. En su interior todo es noble y abundante. Obscenamente abundante: oro, plata, cobre, cedro, caoba, granito... en tallas u ornamentaciones únicas. Arte europeo y nativo en un marco de sincretismo que conmocionan hasta las lágrimas. 
Seguiré contándoles luego.
Valle Sagrado
El Valle Sagrado me ha limitado. Las fotos que se pueden sacar no alcanzan a mostrar la escenografía natural. Es sencillamente sorprendente, no alcanza la vista -menos la máquina-. 
Las laderas de los cerros están rugosas de caminos y terrazas. Al fondo, abajo de la ruta, corre el río y las faldas están tapizadas de plantaciones verdes, amarillentas, rojizas, azules etc. según el cultivo. Por momentos aparecen "Kanchas" de color blanquecino en los secaderos de marlos y de choclos. Las casitas con tejas, el adobe, los contrastes, el nevado Verónica, la platería, hasta llegar a Oyantaytambo,final del valle. 
Esta ciudadela Inka, el portal de tres valles que confluyen y nos siguen maravillando como preludio al climax de Machu Picchu. 
Callejuelas impredecibles, canales pequeños de porte inka, mujeres de vestidos coloridos, mercaditos por todos lados. Una suerte de caos organizado, un salir de la estructura. 
La gastronomía peruana, aún en sus pueblos más pequeños, es muy apetecible. La parsimonia, el respeto y la amabilidad de sus habitantes, nos hace sentir muy bien atendidos. Todos los hoteles tienen servicios, happy hour, tecito de coca o "mate de coca", como ellos llaman.
Profesionalismo turístico de primera.
Hotel de Urubamba
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Además de la excelente atención, comodidades e instalaciones, en un pueblito soñado este hotel se destaca por sus jardines. Las pasajeras maravilladas por las flores y por el sistema sustentable para mantenerlo con cuises, ovejas y su propio vivero. Las callecitas del pueblo son tan angostas que hay que manejarse en moto taxis, unos simpáticos vehículos que son como una motocarga con asientos. Urubamba está muy cerca de Ollantaytambo , el lugar desde donde se sale en tren hacia Machu Picchu 
Tren a Machu Picchu Pueblo 
Perú sigue desnudándose ante nosotros. El viaje en tren despierta otra aventura vívida y placentera. El comboy resopla su silbato y nos convertimos en pasajeros de una selva que irá tupiéndose entre coloridas bromiláceas, exóticas orquídeas, helechos y gran variedad de flora. 
Abajo un río que a la vez que acelera su torrente, se mete en quebradas cada vez mas profundas y montañas más y más verticales. En el camino se esconden templos, terrazas, escaleras. De ponto se puede ver a los porteadores y los caminantes del Qapac Ñam y la emoción es inmensa. Después de días imaginándo inkas, tenemos un pueblo viviente, vigente y orgulloso.
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Para deleitarnos lentamente, sorbo a sorbo, la magia de Perú nos aguardaba sobre las vías. Con un agregado de película, este tren que tiene ventanas hacia el cielo y nos trasladaba por la angostura final del Valle Sagrado hacia la ciudadela Inka. 
Imposible no sugerir al compañero un "mirá allá, mirá acá", pues los colores y contrastes iban sucediéndose cual fotogramas.
Por momentos un río, de pronto, un nevado, en la ladera una fortaleza, al frente las terrazas, a la derecha un pueblito, a la izquierda una cascada, luego las orquídeas, las bromelias, los pájaros...
El ritmo acompasado recibía esporádicamente el pitido del silbato, como para no olvidar que transitábamos por vías hacia la sacralidad ancestral. 
El corazón vibraba a cada instante en la ascendente escala de la ansiedad por llegar a Machu Pichu Pueblo, víspera de la coronación.
Llegamos a Machu Picchu Pueblo. Llegamos a la base inka y una romería de extranjeros circula por sus callejuelas atiborradas de tiendas y restaurantes que conviven en espacio y tiempo con esta cultura que late en nuestro corazón. Si, porque ya estamos sintiéndolos propios, consustanciados con nuestros ancestros, nuestra lengua, nuestras tradiciones. Chili, chuy, chanka, kancha, tinku, son palabras que vamos entendiendo de los muchos quechuaparlantes. Hasta la "cusca" que siempre mencionamos, nace de acà. Después les cuento.

Machu Picchu


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Muy temprano tomamos el minibus hacia el santuario. Por un serpenteante camino ya se aprecia la belleza del entorno selvático.
Después de los trámites de ingreso, nuestro guía comienza por lo que será dos horas y media de sorpresas, entre construcciones monumentales, tecnologías desconocidas, sitios de ritual, observaciones astronómicas. Un cúmulo de vestigios que nos representan una gran civilización, los incas.
No en vano la sacralidad de la que goza este sitio. Imponente, sus construcciones antiquísimas sorprenden.
El sinnúmero de sensaciones que hacen sea considerado un sitio energético, con una gran potencia escénica y rodeado de mística y misterio.
Literalmente, sus construcciones están como colgadas de la montaña, rodeadas de de picos, con construcciones estratégicas, funcionales, rituales, etc.
Ofrece alternativas para, una vez finalizada la visita guiada, continuar por nuestra cuenta hasta que las fuerzas decaigan o hasta que el horario lo imponga.

De Regreso
El regreso a Machu Picchu pueblo es con una sensación de plenitud. La satisfacción de haber convivido con la historia, expresada en cada sabor, estallando en sus colores y tejidos, conteniéndonos con su humanidad señorial, sencilla y elegante. El viaje a Perú deja marcas de esas que uno al recordarlas, simplemente suspira.
Poly Badoul





Inka Qapac Ñan en Cuesta de Miranda