Comparaciones que no son odiosas

En los últimos tiempos he tratado de revertir una vieja frase. Las comparaciones no son odiosas: ¡Son necesarias! Indispensables diría yo. Y en qué comparar. En lo que habitualmente uno trata de mejorar, aprendiendo y tratando de remedar algunas cosas positivas. Es decir, progresar.
Me sorprendieron algunos lugares turísticos, en especial su crecimiento. Las variables para que ello sucediera, son muchas, pero los puntos en común de sus inicios, también.
Así, en las ferias de turismo, nunca falta el stand de San Rafael y Malargüe, Mendoza. Tienen en común un plan estratégico. San Rafael, con su Cañón del Atuel, algún Monumento Histórico Nacional, Caminos del Vino, cercanía a la Ruta 40 y diques, recibió 130.000* viajeros en 2009. Malargue (20.000 hab.) promociona naturaleza, turismo científico, turismo cultural, Ruta 40; entre otras cosas, clima y ríos. Reciben 35.000 visitantes por año.
Luego Merlo (20.000hab) y su famoso “microclima”, donde el turismo de aventura, ecoturismo y varios circuitos son la apuesta para más de 4.600* plazas disponibles en 2009 y más de 130.000* viajeros en el mismo año. Un antiguo algarrobo, un río, miradores de altura, la relativa cercanía del Parque Quijadas y corderos, lechones, chivitos asados, son su fuerte en las ofertas. Resaltan una minuciosa planificación.
De allí, salto a Villa General Belgrano (6.000hab.), una ciudad temática del estilo de vida alemán, que tiene poco que ver con nosotros. Menos aún si notamos que tienen una permanente planificación como ciudad turística (Su intendente se capacitó en España para ello) y participan de la Ruta del Vino. Paradoja, ¿no? Lograron 300.000 * ocupaciones hoteleras durante 2009.
Finalmente, se me ocurre Cafayate. Río, quebradas coloridas, arqueología…fincas -vino Torrontés- y RN40. Más de 76.000* turistas el año pasado, hacen que a la vuelta de la plaza existan solo negocios para turistas: hoteles, agencias de viaje, regionales, restaurantes.
En fin. Ahora nos toca el turno, por decir La Rioja, Talampaya que recibe 60.000 turistas al año, muchos provenientes de San Juan.
Y necesariamente debemos hablar de Chilecito. Los hoteleros sabrán que no miento, porque estadísticas no hay. ¿Alguien querrá que haya? Quizá. Pero es fácil. 500 plazas hoteleras exagerando. La plena ocupación se dá, por decir, 15 días al año: Semana Santa, una semana de Vacaciones y algunos feriados. Después, si llegáramos a un 20 % de ocupación promedio… no estaría escribiendo esta nota.
Tenemos quebradas, ríos, clima, paisajes, nogales centenarios, miradores de altura, cercanía a Talampaya, 11 Monumentos Nacionales, gastronomía, arqueología, historia, RUTA 40, fincas, TORRONTÉS RIOJANO, aceituna, nuez, cabritos, etc.
Dejaré librado al albedrío de los lectores lo que a comparación se refiere, que será odiosa en tanto no tengamos capacidad de gestión para revertir el retroceso exponencial al que estamos aventurados.
El potencial del que siempre hablamos, si no hacemos nada, sigue siendo “potencial”. De nada sirve si no tenemos la capacidad de transformarlo en desarrollo, predominio, fortaleza, pujanza.
No tenemos planificación, ni inversión, ni promoción. No tenemos decisión política de crecer. No tenemos voluntad de exigir.

En conclusión, no tenemos turistas!
*: Datos: Encuesta de Ocupación Hotelera 2009 - Indec